miércoles, 25 de agosto de 2010

Proceso de identificación de las necesidades de este alumnado

Las disfunciones motoras afectan todos los aspectos de la vida del individuo, limitan sus experiencias y su posibilidades de aprender y alteran la forma como las demás personas se relacionan con ellos. Además, todo esto influye en la forma como el niño se percibe a sí mismo y al mundo que le rodea. Por tanto veremos algunas notas características de cómo afecta lo motor en algunos aspectos importantes del desarrollo y los modos de identificarlo. 

Desarrollo cognitivo 
La inteligencia no tiene por qué verse afectada en un sujeto que presente una deficiencia motora. El desarrollo intelectual y cognitivo de una persona es fruto de factores genéticos, así como de factores ambientales y la interacción de las personas en el medio en el que viven. Desde este punto de vista, el alumno o alumna con deficiencia motora puede mostrar un retraso en dicho desarrollo causado sobre todo por las dificultades que tiene para relacionarse con el mundo que le rodea, unido además a los problemas que suele presentar de comunicación y falta de motivación por la dificultad de recibir experiencias externas.

El hecho de que estas personas tengan dificultades para la acción directa sobre el ambiente hace que las actividades que con ellos se organicen y las ayudas técnicas a utilizar pasen a un primer plano. No se trata de que las necesidades especiales requieran métodos distintos de enseñanza, sino que las técnicas concretas y los instrumentos educativos deben de adaptarse a sus posibilidades motoras y de comunicación. 

Desarrollo de la motricidad 
La interferencia con la maduración normal del cerebro acarrea un retraso del desarrollo motor. También se producen alteraciones debidas a la presencia de esquemas anormales de movimiento, ya que persisten modalidades reflejas primitivas, estereotipadas, que el niño o niña es incapaz de inhibir.

Los problemas de movimientos y coordinación generales, de equilibrio, relajación, control postural, de integración del esquema corporal y de destrezas manipulativas básicas, van a hacer que la adquisición de la técnica instrumental básica sufra un importante retraso con repercusiones más o menos influyentes en la comunicación escrita y lectora. 

Desarrollo de la comunicación y del lenguaje 
Las probabilidades de que ocurran trastornos en el desarrollo del habla son casi totales. Las lesiones cerebrales producen casi siempre alteraciones del aspecto motor-expresivo del lenguaje, que puede afectar la ejecución (disartria) o la propia organización del acto motriz (apraxia). Como consecuencia de lo anterior se produce una falta de que se le entienda el lenguaje hablado o incluso que no lo pueda llevar a cabo por completo. 

Según la forma clínica la deficiencia lingüística variará: lentitud de movimiento y mala coordinación en la espástica; problemas auditivos y tono flojo en los órganos de la voz en la modalidad atetósica y voz oscilante y lenta en caso atáxico.

De un modo más general los trastornos serían a nivel fonológico, a nivel semántico y a nivel morfosintáctico. 

El deterioro fonológico se manifestará en dificultades para pronunciar consonantes, también puede tener retraso por deficiencia auditiva. 

En cuanto al deterioro semántico vendrá por la reducción de la cantidad y calidad de interacciones lingüisticas, limitándose así sus capacidades por lo que tendrá un lenguaje más recortado y pobre. 

El deterioro morfosintáctico se manifestará por frases cortas lo que obliga a adaptar el texto a sus deficiencias, aunque esto conlleve disminución del léxico. 

Desarrollo socio-afectivo 
El tipo y grado de déficit motor influyen menos en su desarrollo afectivo que otros factores tales como el momento de aparición de la afectación, grado, actitud de la familia, compañeros, maestros o profesores y otros grupos sociales y especialmente el autoconcepto que se tiene de sí mismo. 

Suelen presentar cierta inestabilidad emocional, con sentimientos intensos y cambiantes, frustración, depresión, pudiéndose prolongar la etapa egocéntrica. También son rasgos significativos la falta de cooperación, inmadurez social e introversión.

Todo lo anterior repercute en sus aprendizajes acentuados por los problemas de integración derivados de su déficit motórico y problemas de lenguaje. La personalidad varía en el caso de la parálisis cerebral según el tipo:

El niño o niña espástico, es introvertido, la poca expresividad de su cara hace dudar si comprende lo que se le dice.

El niño o niña atetósico es extrovertido, con emociones fuertes y pasa con facilidad del llanto a la risa, le gusta participar en el juego. 

El niño o niña atáxico es melancólico, desea seguir el juego como los demás niños, pero al no poder se disgusta. 

Modos de identificación de las necesidades educativas de este alumnado 
Dadas las características de este alumnado será preciso realizar la identificación de sus necesidades educativas por un equipo multidisciplinar. Un buen diagnóstico es fundamental para la posterior intervención y tratamiento.

La valoración psicopedagógica resulta compleja debido a que las pruebas estándar existentes, al estar muy saturadas de componentes verbales y manipulativos, no están al alcance de este alumnado. En muchas ocasiones es preciso recurrir a escalas de observación, adaptaciones de pruebas estándar y pruebas no convencionales para obtener datos valiosos. 

Con independencia de todo ello la identificación debe ser recogida en un informe que generalmente realiza el equipo psicopedagógico del sector o en su caso el departamento de orientación del centro correspondiente. Este informe debe hacer eferencia a los siguientes aspectos: 
- Datos personales del alumno o alumna 
- Motivo de la exploración 
- Procedimiento de valoración 
- Historia personal 
- Aspectos socio-familiares 
- Valoración funcional de aspectos pedagógicos  
  • Área cognitiva  
  • Área de lenguaje y comunicación   
  • Área psicomotora
  • Aprendizajes básicos
    - Modalidad educativa recomendada. 
    - Orientaciones generales sobre las condiciones del proceso de enseñanza-aprendizaje, recursos técnicos específicos.

    Básicamente el conjunto de aspectos prioritarios que deben explorarse para identificar las necesidades educativas especiales del alumnado con deficiencias motóricas serían los siguientes: 

    1. Exploración fisioterapéutica, cuyo objetivos es identificar que puede hacer el niño o niña, que no puede hacer y la manera en que se mueve. Los aspectos concretos a tratar serían: 
    - La estructura de las articulaciones, en especial la dislocación de la cadera, cuello del fémur, columna vertebral. 
    - Disparidad en el largo de las piernas. 
    - Amplitud de la articulación.
    - Tono muscular. 
    - Fuerza muscular. 

    2. Exploración de la comunicación y lenguaje, que debe comprender los siguientes aspectos: 
    - Cuestionario familiar 
    - Partes del cuerpo relacionadas con la emisión de voz 
    - Reflejos orales 
    - Respiración 
    - Alimentación 
    - Movimientos de la lengua y de los labios 
    - Balbuceo 
    - Babeo 
    - Fonación 
    - Articulación 
    - Voz 
    - Lenguaje espontáneo 

    3. Exploración neurológica, fundamental para los niños o niñas que presenten parálisis cerebral y que aporte datos sobre aspectos como: 
    - Tipo de parálisis cerebral 
    - Grado de afectación 
    - Posibles problemas degenerativos 
    - Pronóstico neurológico 
    - Medicación 

    4. Exploración otorrinolaringológica, que informará de aspectos anatómicos y funcionales del tipo de malformaciones asociadas, paladar ojival, adenoides desarrollados o posibles problemas auditivos.  

    5. Exploración psicológica, que tendrá por objeto informar del nivel de desarrollo cognitivo y si existen problemas específicos. Igualmente se identificarán posibles problemas conductuales como ansiedad, inseguridad, fobias, mutismos, dependencia del adulto. 

    6. Informe escolar, tendrá por objeto, si el niño o niña está previamente escolarizado conocer algunos aspectos ya desarrollados en este marco tales como: 
    - Grado de integración en el aula 
    - Conocer su capacidad de aprendizaje 
    - Diagnóstico de su estilo de aprendizaje 
    - Establecer su nivel de competencia curricular 

    Toda identificación de las necesidades educativas especiales del alumnado con deficiencia motora nos debe conducir al tratamiento individualizado de la problemática que plantea. Esta evaluación se debe entender como funcional en el sentido de que no basta examinar si el alumno o alumna puede realizar una cantidad de funciones motoras. Los niveles de desarrollo de estas funciones en los niños normales deben conocerse para que el terapeuta pueda apreciar el nivel de retraso en los deficientes y de este modo valorará cómo puede influir el retaso motor en la función de otras áreas de desarrollo.

                                                                                                              Publicado por: Karla Montero Picado

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